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Contra todo y contra todos, Michelle Ortiz decidió tener a su bebé. Ahora es feliz con su hija
La vida humana encierra un valor inconmensurable, prácticamente divino, desde su comienzo hasta su natural término.
Repuestas a las dudas y objeciones sobre la visión de los niños de las imágenes de abortos en sitios públicos.@galsuinda
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6½ semanas de embarazo FUR
4½ semanas desde la fecundación
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El desarrollo embrionario puede verse en su web EHD@galsuinda
Cuenta Pam Stenzel en sus charlas que las jovencitas se acercan aterradas a su consulta para hacerse el test de embarazo, y que cuando reciben la noticia de que la prueba es negativa la expresión de su cara refleja el ENORME ALIVIO que sienten, se consideran salvadas:
- “¡Uf! -dicen- ya me puedo ir tranquila.
- Un momento señorita. ¿Ya te has hecho la prueba de HTB, verrugas geniales, sífilis, gonorrea, clamidia, tricomona, vulvadena, uretritis, hepatitis B, SIDA, herpes, etc.?
- ¿Yo?, ¿necesito pruebas de eso?”
Las jóvenes tienen cuatro veces más posibilidades de contraer alguna enfermedad de trasmisión sexual que de quedarse embarazadas ¿Porqué razón el embarazo es lo único que les preocupa? El embarazo no es una enfermedad –se lo dice una madre que vive cada día la ilusión de saber cómo crece y se desarrolla su hija de 27 semanas-. No es lo peor que puede ocurrir cuando se tienen relaciones sexuales. Muchas jóvenes se levantaron esta mañana pensando: “no me va a pasar a mí, eso sólo sucede en las grandes ciudades, pero no donde yo vivo”, y hoy habrán contraído una enfermedad de transmisión sexual.
En los años sesenta se conocían y trataban 5 enfermedades de transmisión sexual; en la actualidad hay más de 50 enfermedades, de las cuales más de 25 son muy frecuentes entre los jóvenes y el 30% de ella son completamente incurables.
Llegará el momento en que estén listos para casare, habrán encontrado al chico/a que aman y con quien desean pasar el resto de sus vidas. Se dispondrán a entregar el anillo de compromiso, mirarán a los ojos a su novia/o y le dirán:
- “Cásate conmigo. Por cierto, tengo verrugas genitales. Se te contagiarán y nos darán tratamiento a los dos por el resto de nuestras vidas, probablemente acabarás con histerectomía radical, cáncer cervical y tal vez te mueras, pero cásate conmigo
- ¡Que bien!, gracias por compartirlo siquiera antes de la boda”
Todas las enfermedades de transmisión sexual son enfermedades con consecuencias muy serias. La clamidia, por ejemplo, es la enfermedad de transmisión sexual más común entre los adolescentes hoy día. Unos 4.000 adolescentes la contraen cada 24 horas. Es una bacteria, no un virus, por lo tanto se puede tratar con antibióticos. El problema es este: más del 80% de los jóvenes que tienen la enfermedad no presentan síntomas. ¡No se puede tratar una enfermedad que no se sabe que se tiene! Hay miles de adolescentes manteniendo relaciones sexuales y diciendo “estoy bien, no padezco ninguna enfermedad, ni conozco a nade que tenga una”. Ni se imaginan que ya la han contraído y la están contagiando.
Chicas, escuchad esto: contraed clamidia una sola vez, y tendréis entre un 20% y un 25% de posibilidades de ser estériles el resto de vuestras vidas. Contraedla dos veces, y las probabilidades aumentan hasta un 50%. Si la contraéis por tercera vez, es probable que jamás podáis tener hijos. Hay mujeres con 20 ó 30 años que dicen: “quiero tener un hijo, lo he intentado, pero no logro quedar embarazada”, y van a un especialista, las revisa y dice:
- “Hay tejidos con cicatrices en la trompa de Falopio, los ovarios y el útero; tiene inflamación pélvica, alguna vez se hizo un aborto o tuvo clamidia.
- ¿Que tuve qué? ¿Tuve una enfermedad de transmisión sexual sin enterarme?”
Es demasiado tarde. ¡Demasiado tarde!
Relata Pam Stenzel que conoció a una pareja que no podía tener hijos y quiso adoptar uno. Después de esperar mucho tiempo les avisaron diciendo que había un bebé para ellos: una madre adolescente acababa de dar a luz y deseaba entregar su hijo en adopción para procurarle una vida mejor. Fueron al hospital, recogieron al niño y se lo llevaron a casa. Al día siguiente la niña no comía y estaba letárgica. La madre adoptiva pensó que como era primeriza no sabía atender bien a su hijita. Así que llamó al pediatra, quien le pidió que la llevara a su consulta al día siguiente. Una vez allí, mientras rellenaban el parte, la niña comenzó a echar espuma por la boquita y dejó de respirar. La ingresaron de urgencias y murió dos horas más tarde. Tenía herpes. Su madre biológica se lo había contagiado. Era una chica de 14 años que quiso asistir al funeral. Se sentó junto a la madre adoptiva y le dijo llorando: “salí un viernes para acudir a un partido de futbol. Un chico me llevó a un lugar apartado y mi vida ya nunca será igual”. Cuando la madre adoptiva relataba esto, le decía a Pam: “no dejes que la muerte de mi hija haya sido en vano”.
¿Cuántas relaciones sexuales hacen falta para infectarse? Una. Os dirán que utilicéis preservativo, que esto hace seguro el sexo, que ni siquiera tenéis que haceros las pruebas porque estáis protegidos. ¡Hemos perdido la cabeza! Muchachos: ¡no es seguro! Nunca lo ha sido y nunca lo será. Usar preservativo no equivale a sexo seguro.
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Kristi siempre supo que era adoptada. Lo fue desde que era una recién nacida, a los tres días de venir al mundo. Sus padres adoptivos no podían tener hijos y sólo la adoptaron a ella. No consideraban vergonzosa la adopción y nunca se la ocultaron. Y aunque ella sentía deseos de conocer sus orígenes, lo negaba por temor a herir a quienes la habían acogido y le habían ofrecido todo su amor.
"Tuve una infancia maravillosa, mis padres me dieron todo lo que necesitaba", cuenta a LifeNews. Pero, como muchos otros adoptados, llegado un momento quiso conocer a su familia biológica. "Intenté hacerlo sin decírselo a mis padres adoptivos, pero no conseguí mucha información y al mismo tiempo sabía que no era correcto, que tenía que ser honesta con mis padres. Así que les pregunté directamente. La respuesta no fue fácil de escuchar".Seis embarazos, una sola niña
Cuando Kristi tenía 13 años, sus padres adoptivos leyeron en el periódico que se estaba celebrando un juicio en los tribunales en el que una mujer denunciaba a su propio padre por años continuados de violación. Los padres adoptivos de Kristi reconocieron en los apellidos y las circunstancias de esa mujer a la madre biológica de Kristi, de la cual tenían algún dato previo.
La violación incestuosa de la madre biológica de Kristi había tenido como resultado seis embarazos. Cinco acabaron en aborto, uno "espontáneo" (debido al maltrato físico) y cuatro provocados para encubrir el incesto. El sexto llegó a concluir, y la niña que nació, Kristi según todas las evidencias, fue dada en adopción.
"No me esperaba algo así. Ni se me había pasado por la cabeza. Me llevó varias semanas pensar si debía seguir investigando. Si aquello era así, ¿qué iba a suponer para mi madre que yo apareciese?", recuerda Kristi, que tiene ahora 30 años.
Gracias por la vidaPero ella sentía que el plan de Dios era que hallase a su madre. Y no tardó mucho. A los dos días, tras enviar un e-mail a la persona que creía era su madre biológica, tuvo rápida respuesta. La encontró y se vieron, y conoció además a una hermanastra y al niño que acababa ésta de tener.
Kristi estuvo varios días en casa de su madre biológica, donde conoció el horror de sus veinte años de violación a manos del padre-abuelo de Kristi, que fue concebida con 16.
"Estoy muy agradecida de haber elegido seguir y encontrarla", confiesa Kristi: "Me sentía a la vez triste y favorecida por que me hubiese traído a este mundo. Lo único que sé de por qué no me mataron es que mi madre biológica decidió ocultar el embarazo durante un tiempo. Luego, tampoco estuvo segura de si yo vivía, porque no me vió después de dar a luz y más tarde recibió un informe de una infección que yo había contraído al nacimiento. Me llevaron a otro hospital para tratarme y le dijeron que probablemente no había sobrevivido".
La relación entre ambas no ha sido fácil, pero hablan cada pocas semanas. Kristi cree que en verdad Dios las ha reunido, y agradece poder verla. Y agradece estar viva.
"¡Son tantas vidas las afectadas por la pérdida de un solo niño abortado!", reflexiona: "Es difícil sólo imaginar lo diferentes que habrían sido las cosas. Le agradezco mucho a mi madre biológica haberme protegido y dado en adopción. Llegué a una familia maravillosa que me acogió con los brazos abiertos y me dio el amor y el cuidado que necesitaba. También por eso estoy eternamente agradecida", exclama Kristi, que está casada con un adoptado y tiene también un hijo adoptado
Sólo 18 meses de prisiónEn cuanto conoció su verdadera historia, sus objetivos en la vida cambiaron, y decidió dedicarse a casos como el suyo. Hoy es trabajadora social y su objetivo es ayudar a mujeres que se enfrentan a una situación difícil a consecuencia del embarazo.
En cuanto a su padre-abuelo, sólo pasó en prisión 18 meses, porque no se consiguieron reunir pruebas suficientes para incriminarle más. En el momento del juicio la madre biológica de Kristi desconocía su existencia -que sin duda habría agravado la pena-. El hombre murió hace un año, pero Kristi nunca tuvo deseos de conocerle.
No castigar a la víctima"Sean cuales sean las circunstancias de la concepción de un niño, no se le debería castigar a él por el crimen de su padre. Y eso es lo que pasa cuando alguien dice que el aborto debería ser ilegal... salvo en casos de violación e incesto: que se castiga al niño por los crímenes del padre, negándole la vida que merece. A todos los niños debería dárseles la oportunidad de vivir la vida que han recibido", concluye Kristi.
Leído en RL
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