La muerte del niño avilesino en diciembre enero de 2005 con aprobación judicial cuyo único delito fue ser hijo de una deficiente, nos pone en marcha para que no haya más asesinatos.
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El psiquiatra Enrique Rojas reflexiona acerca de los ?tres grandes males? de la sociedad actual
Mar Velasco
Madrid. Al psiquiatra Enrique Rojas, autor de libros como ?El amor inteligente? o ?Los lenguajes del deseo?, le gusta decir que su profesi?n es ?ser un poco m?dico del alma?. Sobre estas enfermedades del alma, propias de una sociedad ?moralmente desarmada?, reflexiona a lo largo de esta entrevista concedida a LA RAZ?N.
Al parecer, seg?n el doctor, hay una enfermedad propia de nuestros d?as, un s?ndrome muy peculiar que ?l ha bautizado como ?s?ndrome de Amaro?. ?El amaro ?explica el doctor Rojas? es una planta labiada que tiene forma de coraz?n en su base, que huele muy mal, pero que cura ciertas afecciones de la piel. Y extrapolo esto al mundo de la televisi?n y de las revistas del coraz?n?, resuelve, por si a alguien se le escapaba la met?fora. ?Consiste en el deseo de conocer la vida de los famosos siempre que est? rota. Interesa la vida ajena de las personas conocidas con una condici?n sine qua non, que est? partida, que haya saltado por los aires?, sostiene. El doctor tiene su propia interpretaci?n de este fen?meno: ?Lo que se esconde debajo de esto es morbo, divertimento, pasatiempo, tambi?n los ricos lloran, ver la vida ajena a trav?s del ojo de la cerradura, un mecanismo de compensaci?n...? explica.
El doctor aprovecha para realizar una matizaci?n: ?Hay que distinguir entre fama y prestigio, que no son lo mismo. En la fama lo importante es sonar, aparecer en los medios de comunicaci?n social con mucha frecuencia, y que uno sea reconocido por la calle. Muchas veces debajo de esa conducta hay un gran vac?o. En el prestigio lo fundamental es el reconocimiento social por haber alcanzado una cierta excelencia en alg?n ?mbito de la vida y es mucho m?s privado que p?blico, aunque tiene una resonancia exterior?, subraya. ?Las revistas del coraz?n son los dibujos animados de los mayores. Llenan vac?os, alimentan con su contenido a gentes que pasan el rato sumergidas en estos avatares?, afirma. ?Escarbar en la vida de los famosos los convierte en modelos de identidad y a la vez en v?ctimas. Hay voyeurismo y exhibicionismo?, se?ala, refiri?ndose a otras ?preferencias? enfermizas habituales en la sociedad.
Seg?n el doctor, ?las revistas no te exigen nada ni te obligan a preguntarte nada, ya que el 90 por ciento son fotos y el 10 por ciento es texto. En cambio, en la televisi?n suele haber contertulios, maestros en el arte del cotilleo, que ofrecen noticias deformadas, todo mezclado al mismo tiempo. Esto tiene muy poco bueno: quiz? la comunicaci?n o el relativizar este tipo de vidas; y tiene mucho de malo: porque muchas de las gentes que leen las revistas o ven estos programas pr?cticamente no tienen inter?s en la lectura?, reflexiona.
Estr?s, depresi?n, desamor. Y llegamos al ?amor?, la palabra m?s desvirtuada y deformada de nuestros d?as junto con ?libertad?: ?Vivimos una triple crisis psicol?gica en la que se mezclan el estr?s, la depresi?n y el desamor. El amor verdadero hacia otra persona consiste en darle lo mejor que uno tiene, en tratarla de forma excepcional. Amar a una persona es lo contrario de usarla, es intentar sacar lo mejor de ella y al mismo tiempo poner sobre el tapete lo mejor de uno mismo. Amor es el deseo de hacer eterno lo pasajero, y debe contener inteligencia, sentimientos y espiritualidad?, subraya.
El doctor particip? hace unos d?as en el VII Congreso ?Cat?licos y vida p?blica? organizado por la Universidad San Pablo CEU. All? afirm? que ?la cultura es libertad, es la est?tica de la inteligencia?, y se refiri? al gran mal de nuestros d?as: la depresi?n. ?Hoy el 95% de las depresiones se curan. ?sta es la gran noticia. Por fortuna, el arsenal terap?utico para sacar a un depresivo adelante se ha vuelto de una gran riqueza?, concluye sin disimular su profunda satisfacci?n.