Un ejemplo de resistencia
Ante el atropello del supuesto derecho a la ?confidencialidad? de los menores de edad incluido en el C?digo de Deontolog?a de los m?dicos catalanes, Dolores Voltas, endrocrin?loga, miembro de la Junta en la Asamblea del Colegio de Barcelona y de su Comisi?n de Deontolog?a, presidenta de Pro-Vida Espa?a, y ex-miembro del Pontificio Consejo para la Familia, declar? el 21-09-05:
?La ?confidencialidad? puede poner en grave riesgo a los pacientes menores de edad. ?Qu? supuestos se contemplan cuando se alerta sobre un grave riesgo? La lista es larga: menor en tratamiento psiqui?trico que, por el deber de confidencialidad recogido en el C?digo de Deontolog?a, el psiquiatra que lo atiende no informa a los padres de un posible riesgo de suicidio; menores que acuden a urgencias hospitalarias por coma et?lico o con intoxicaci?n por consumo de drogas y que salen de all? con un informe en la mano pero sin que nadie avise a sus padres; ni?as que piden la p?ldora del d?a despu?s en atenci?n primaria -incluso antes de necesitarla- sin que nadie informe a sus padres, o menores con embarazos no deseados (inesperados) que no informan a sus progenitores o tutores legales y que, por tanto, no cuentan con su apoyo, ?decidan lo que decidan?. Los m?dicos siempre hemos sido considerados guardianes de la vida y de la salud, y deber?amos serlo tambi?n de la libertad, para que no derive en libertinaje. Por el m?dico pasa todo el mundo, y si ?l se planta y dice que eso no lo hace porque se puede provocar un mal irreversible, pues por ah? no se pasa".
Voltas a la cabeza de 111 m?dicos catalanes recurri? a la justicia que suspendi? cautelarmente los art?culos correspondientes. del C?digo de Deontolog?a. El art. 33, que establece que el m?dico, en caso de tratar a un paciente menor de edad, "tendr? que respetar la confidencialidad respecto a los padres y tutores, y la voluntad del menor" si lo considera suficientemente maduro. Y el art. 59, que permite a los m?dicos practicar abortos o esterilizaciones a los menores ?con suficiente madurez? sin el consentimiento de los padres.
En las presentaciones previas -administrativas- contrarias a la ?confidencialidad?, hechas ante el Consejo de Colegios M?dicos de Catalu?a fue acompa?ada por 434 m?dicos Tanto uno como otro grupo de profesionales -los 111 y los 434- merecen un especial reconocimento por las consecuencias que pueden tener estos actos ante el imperante totalitarismo de la cultura de la muerte.
Su actitud nos trae casi forzosamente a la memoria lo que ense?? Juan Pablo II: ?A veces las opciones que se imponen son dolorosas y pueden exigir el sacrificio de posiciones profesionales consolidadas o la renuncia a perspectivas leg?timas de avance en la carrera? (enc. Evangelium vitae n. 74, 25-03-95)
Para defenderse no hacen falta permisos
Como venimos insistiendo desde hace a?os, el lector lo ver? por ejemplo en las referencias contenidas en esta gacetilla, uno de los objetivos prioritarios del Nuevo Orden Mundial para destruir la familia es abolir el instituto jur?dico de la patria potestad.
Ya se ha perdido demasiado tiempo. Se requiere, pues, la reacci?n de los padres de familia y de los profesionales de la medicina y el derecho, ?de otro modo las familias ser?n las primeras v?ctimas de aquellos males que se han limitado a observar con indiferencia?, (vid. Juan Pablo II, Familiaris Consortio, n. 44, 22-11-81). Es imperativo recurrir a los variados medios de la resistencia civil pac?fica, la negativa absoluta a negociar el orden natural sin concesiones o dialoguismos, el recurso a la objeci?n de conciencia, etc.
Para defender la propia familia y en general el orden natural, no se requiere permiso de nadie. Ser?a absurdo -con todo el respeto que nos merece toda jerarqu?a eclesi?stica- que un ciudadano pidiera permiso al p?rroco, al Obispo del lugar, al director espiritual o a la autoridad de una instituci?n de la Iglesia, para defender su casa de un robo, un saqueo o lo que es peor de una amenaza de violaci?n de su mujer y/o de sus hijos.
Tampoco se requieren ?permisos? para ejercitar el derecho natural de asociaci?n entre varios ciudadanos con el fin de defender intereses comunes, si se cumplen las generalidades de la ley ni la autoridad civil ni la autoridad eclesi?stica tienen derecho a interferir.
En materias de educaci?n sexual y salud reproductiva o supuestos derechos sexuales y reproductivos, que siempre significan perversi?n de menores, promiscuidad y aborto encubierto, recordamos las palabras de Pablo VI: ?Los seglares deben asumir como tarea propia la renovaci?n del orden temporal, (...) pertenece a ellos, mediante sus iniciativas y sin esperar pasivamente consignas y directrices (de la Jerarqu?a), penetrar del esp?ritu cristiano la mentalidad y las costumbres, las leyes y las estructuras de su comunidad de vida?, (Pablo VI, enc. Populorum Progressio, n. 8, 26-03-1967). FIN, 30-12-05
Fuentes: Propias; ABC, 17-09-05; Diario M?dico, 21-09-05; Forum Libertas; (vid. NG 234, 332, 384-385, 388, 389-390, 392-393, 396-397, 401, 434, 440, 459, 488, 506, 532, 588, 602, 750, 751, entre otros)