Viernes, 24 de marzo de 2006




La soluci?n al preocupante problema de la violencia en las aulas pasa por acudir a su origen y causas: la crisis de la familia, el desprestigio del esfuerzo personal y la falta de autoridad. Mientras la instrucci?n y formaci?n intelectual es un objetivo que se debe conseguir primordialmente en la escuela, la educaci?n y desarrollo de la persona corresponde sobre todo y en primer lugar al ?mbito familiar. La familia es insustituible desde el punto de vista de la pedagog?a social. Virtudes como la justicia, la igualdad, la tolerancia o el respeto a los dem?s se aprenden en su seno y tambi?n el ejercicio humano de la autoridad y su acatamiento. Como dijera Juan Pablo II, ?la familia es la mejor escuela natural de convivencia pac?fica?.

Actualmente los colegios se inclinan por ser centros de socializaci?n y de expresi?n m?s que una instituci?n donde aprender. El ni?o no va a esforzarse y trabajar a la escuela, sino a divertirse. Estamos ante lo que Garc?a Morente denominaba ?pedagog?as infantilistas?, a las que consideraba ?t?cnicas totalmente perjudiciales que lejos de favorecer la educaci?n ?la conducci?n de la infancia a la hombr?a- la obstaculizan, haciendo perdurar indebidamente la vida pueril?. Las consecuencias comienzan a ser especialmente evidentes a partir de la adolescencia. Como afirma Nicolas Revol (Sale prof. Par?s. 1999), ?el desarrollo f?sico, social y ps?quico de los alumnos semeja el de un ni?o de preescolar, mientras que sus cuerpos poseen ya la fuerza f?sica del adulto. Hablan constantemente de sus derechos sin respetar los de sus propios compa?eros. Este infantilismo provocado por la falta de esfuerzo hace del joven un ser incapaz de soportar situaciones en las que no consigue una satisfacci?n inmediata, reaccionando en muchos casos con violencia si no obtiene lo que quiere, cuando quiere y como quiere?.

La falta de autoridad, basada en la idea roussoniana de que el ni?o es bueno por naturaleza, es otro de los dogmas actuales. La imposici?n de reglas de comportamiento y el control de la adquisici?n de conocimientos son considerados ejercicios de autoritarismo intolerable. La total permisividad ha provocado toda una generaci?n de hijos ?tiranos? que creen tener todos los derechos y rechazan cualquier tipo de deber u obligaci?n.

En Francia, en el a?o 2002, fueron denunciados 81.000 casos de violencia escolar que hubieran llegado a los Tribunales mereciendo penas de c?rcel de haber involucrado a adultos. Estas conductas inadaptadas, como se?ala Bui Trong, son pasos hacia la descomposici?n social, hacia la negativa a aceptar cualquier tipo de autoridad.

Entre las propuestas ministeriales, la introducci?n dela ?Educaci?n para la ciudadan?a? no va a tenerel efecto m?gico de transformar a nuestros j?venes en personas equilibradas capaces de obrar con libertad responsable. Tendr? que acompa?arse de la necesidad de liberarnos del miedo a ser demag?gicamente tachados de autoritarios o represores y devolver a la familia y a los docentes la dignidad que les otorgaba en el pasado el ejercicio amable de su autoridad.

Maria Calvo Charro

Adopci?n espiritual

Publicado por Galsuinda @ 21:18  | Derecho a educaci?n
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