Viernes, 02 de junio de 2006

Un muchacho entr? con paso firme en la joyer?a y pidi? que le mostraran el mejor anillo de compromiso. El joyero le mostr? uno. El muchacho contempl? el anillo, lo aprob?, y se dispuso a pagar.

??Se va usted a casar pronto??, le pregunt? el joyero. -??No! -respondi? el muchacho-. Ni siquiera tengo novia?. La muda sorpresa del joyero divirti? al comprador, que le explic?: ?Es para mi madre. Cuando yo iba a nacer ella estaba sola. Alguien le aconsej? que abortara, y as? evitar?a problemas. Pero ella se neg? en rotundo a cometer ese crimen, y as? me dio a m? el don de la vida. Efectivamente, tuvo muchos problemas y carencias. Para m? fue padre y madre; hermana, amiga y maestra. Quit?ndose el pan de su boca, me aliment? a m?. Me llev? a un buen colegio, y me dio una formaci?n religiosa profunda, con su palabra y con su ejemplo. Fui a la universidad y termin? brillantemente mi carrera. Obtuve un buen puesto de trabajo. Con mis primeros ahorros vengo a comprar este anillo de compromiso para ella. Ella nunca lo tuvo. Cuando llegue a mi casa se lo colocar? con toda solemnidad, como si fuera una boda. A ella le debo todo lo que soy. Ahora yo me comprometo a que a ella no le falte nada: ni cari?o, ni techo, ni pan. Quiz?s alg?n d?a venga a esta tienda a comprar otro anillo de compromiso. Pero ser? el segundo?.
El joyero emocionado orden? a la cajera que le hiciera el mayor descuento posible

ImagenAdopci?n espiritual

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