S?bado, 10 de febrero de 2007



Habitualmente, las cl?nicas de reproducci?n asistida tienden a implantar los embriones que tras la fecundaci?n muestran unas mejores pautas de divisi?n celular. As? mismo, tratan de congelar los embriones sobrantes...

Por: Natalia L?pez Moratalla

Situaci?n biol?gica de los embriones cultivados in vitro y crioconservados

En nuestro pa?s no se conoce con precisi?n ni el n?mero de los embriones crioconservados, ni las condiciones en las que fueron congelados; sin embargo, la informaci?n general aportada por las cl?nicas de fecundaci?n asistida ha permitido conocer algunos hechos importantes.

1. Habitualmente, las cl?nicas de reproducci?n asistida tienden a implantar los embriones que tras la fecundaci?n muestran unas mejores pautas de divisi?n celular. As? mismo, tratan de congelar los embriones sobrantes en sus primeras etapas de desarrollo, ya que la congelaci?n temprana del embri?n eleva la eficacia de la descongelaci?n y la implantaci?n. En el caso de que alguno de los embriones no muestre la actividad esperada, es habitual esperar un tiempo hasta comprobar si el embri?n retoma el ritmo normal para proceder entonces a la congelaci?n, o por el contrario desecharlo por considerar que se trata de un embri?n suboptimo. Esta forma de proceder parece haber sido la habitual desde los comienzos de la fecundaci?n in vitro. Como consecuencia, algunos de los supuestos 40.000 embriones que se encuentran crioconservados en Espa?a fueron congelados en fase pronuclear o en fase bicelular, otros cuando ten?an ya unas 30 c?lulas, y otros incluso cuando hab?an alcanzado unas 100 c?lulas.

Tres par?metros definen qu? morfolog?a se corresponde con el grado de viabilidad intr?nseca del blastocisto in vitro; y se refieren, como es obvio, a la organizaci?n seg?n los ejes dise?ados con la polarizaci?n del cigoto y que se mantienen en el desarrollo embrionario y constituci?n del organismo[1]:

a) una cavitaci?n iniciada en el d?a 4, que origina una cavidad exc?ntrica

b) la cavidad se expande y se alinea con la regi?n de la masa celular interna delimitada por una capa de trofoectodermo

c) la morfolog?a de la masa celular interna presente un ?nico foco. Por el contrario el grado de viabilidad disminuye dr?sticamente si antes de la expansi?n se forman vacuolas y m?s a?n si se forman focos degenerativos esta zona[2].

La cantidad de embriones inviables son el resultado de las manipulaciones in vitro del proceso y esa cantidad es siempre superior a la que ocurre en el proceso natural. El an?lisis cromos?mico de embriones humanos cultivados in vitro, y en los primeros estadios, ha mostrado que hasta un 40% de los embriones contienen anomal?as cromos?micas, incluyendo aneuploid?as, monosom?as o mosaicismo.[3] Aproximadamente el 50% de los embriones preimplantatorios de 2 ? 4 c?lulas que se cultivan in vitro no llegan al estadio de blastocisto.[4] Adem?s, de los embriones de 4 c?lulas transferidos, s?lo aproximadamente el 20% se implantan.[5] Existen tres causas principales que podr?an explicar esta detenci?n en el desarrollo: anormalidades cromos?micas, defectos intr?nsecos del oocito y del embri?n preimplantatorio y, en el caso de los cultivos in vitro, condiciones de cultivo inapropiadas. La intervenci?n t?cnica genera de suyo una tasa muy elevada de embriones no viables, con taras gen?ticas y alteraciones del desarrollo.

Se conoce[6] adem?s que los embriones humanos originados por fecundaci?n de ?vulos que proceden de una multiovulaci?n tienen m?s dificultad para anidar y, los que lo consiguen se desarrollan con m?s malformaciones que los originados por fecundaci?n del ?vulo madurado de forma natural en un ciclo; m?s a?n, la madre por efectos del f?rmaco que se usa en estos casos aporta un microentorno m?s agresivo al embri?n que trata de anidar. Por otra parte, las t?cnicas para un diagnostico preimplantatorio[7], que requieren tomar una o dos c?lulas de un embri?n de tres d?as, han puesto de manifiesto la asombrosa habilidad para compensar el da?o[8].

En resumen, los criterios morfol?gicos permiten valorar la viabilidad de los embriones con una cierta seguridad. A su vez se pueden detectar algunas anomal?as que no son compatibles con el desarrollo a termino del feto, como es el caso de las triploid?as. Ahora bien s?lo una vez descongelados se puede reconocer, viendo si las c?lulas comienzan a dividirse correctamente, aquellos que son no viables porque no muestran el ritmo de crecimiento imprescindible para poder anidar y desarrollarse a feto, y cuales podr?an, seg?n su capacidad de crecimiento ordenado, llegar a implantarse y continuar el desarrollo.

2. Existe, en ocasiones, la necesidad de conservar embriones humanos congelados, en el contexto de la reproducci?n asistida. Por una parte existe una tendencia a restringir a un m?ximo de dos el n?mero de embriones que se transfieren. En la reciente Reuni?n Anual de la Sociedad Europea de Reproducci?n y Embriolog?a Humanas de expertos, celebrada en Viena en junio de 2002, han advertido de la necesidad de reducir las gestaciones m?ltiples en mujeres sometidas a t?cnicas de reproducci?n asistida, debido al riesgo creciente de prematuridad y de mayor mortalidad de la que hay gran evidencia. La necesidad de no llevar a cabo transferencias de m?ltiples embriones, ha llevado a la legislaci?n de algunos pa?ses a no permitir la fecundaci?n de m?s n?mero de ?vulos que los embriones que puedan ser transferidos; mientras que otros admiten almacenar los embriones que no se transfieren con el fin de utilizarlos en un intento posterior de reproducci?n. Por otra parte, en algunas ocasiones el ciclo resultante de la estimulaci?n ov?rica no es adecuado para proceder con la transferencia del embri?n y en tal caso se ha de recurrir a la conservaci?n del embri?n.

3. Los primeros estudios sobre congelaci?n de embriones se realizaron hace ya 50 a?os, demostr?ndose que es posible congelar y descongelar oocitos fecundados de conejo en presencia de un crioprotector[9]. Los primeros intentos de criopreservaci?n de embriones humanos, seguidos de transferencia de los embriones y nacimientos, tuvieron lugar a comienzos de los a?os 80[10]. La congelaci?n de embriones se considera actualmente un protocolo de rutina y completamente validado en el tratamiento de la infertilidad, con unas tasas de implantaci?n aproxim?ndose a las obtenidas con embriones no congelados[11]. Recientemente se ha realizado en Francia un an?lisis de una larga serie de transferencias embrionarias (involucrando miles de casos) que ha permitido concluir que la gestaci?n por embri?n es menor con embriones criopreservados (7.3%) que en embriones frescos (9.2%)[12]. Se ha observado que el da?o experimentado por los embriones como resultado de la congelaci?n-descongelaci?n es del orden del 30%[13].

Se debate actualmente cu?l es el mejor momento para proceder a la congelaci?n de los embriones. Algunos grupos prefieren la criopreservaci?n durante la fase pronuclear mientras que otros favorecen estadios m?s tardios[14]. Existe en la actualidad un inter?s por la congelaci?n de blastocistos[15], ya que cuanto m?s avanzado est? el desarrollo del embri?n m?s tarde se hace la selecci?n, y se podr?n congelar los mejores de forma que muy pocos embriones pasen este proceso de selecci?n en esta etapa m?s tard?a.

Los embriones se congelan en medio de cultivo de tejidos que contienen, adem?s, crioprotectores y az?cares para lograr una congelaci?n y formaci?n de cristales adecuados. En forma alternativa, se utilizan protocolos de vitrificaci?n en los que se evita la formaci?n de cristales de hielo mediante el empleo de elevadas concentraciones de crioprotectores y velocidades de congelaci?n muy r?pidas. La descongelaci?n se realiza cuidadosamente en presencia de concentraciones adecuadas de az?cares no permeables con el objeto de evitar la sobrehidrataci?n de las c?lulas al mismo tiempo que se produce la diluci?n del crioprotector.

Posiblemente s?lo un porcentaje, y no muy alto, de los embriones que se ha congelado siguen estando vivos. Se desconoce el efecto del paso del tiempo de crioconservaci?n. Aunque en ese estado los procesos degradativos est?n frenados, es previsible que con el tiempo se alteren y que por tanto un alto porcentaje de los embriones viables hayan muerto ya. Hay que tener en cuenta que la congelaci?n afecta m?s a la integridad f?sica de los seres vivos que tienen ya baja viabilidad, y los crioconservados son los sobrantes que no han sido elegidos en una primera, o segunda selecci?n de embriones, es decir son los considerados menos viables, con posibles defectos y menor vitalidad. Adem?s proceden de la fecundaci?n de ?vulos poco maduros (producto de la inducci?n de multiovulaci?n) que se conoce que ya de suyo tienen menos posibilidades de desarrollarse y de anidar. Algunos arrastran adem?s las consecuencias de las alteraciones gen?ticas del padre ya que los espermatozoides incapaces de fecundar fueron introducidos por microinyecci?n directa al citoplasma del ?vulo, etc.

En cualquier caso no se ha realizado un an?lisis riguroso de los efectos de la congelaci?n, crioconservaci?n y descongelaci?n de embriones tempranos de mam?feros. Es una negligencia grave en las pr?cticas de fecundaci?n in vitro humana y no puede considerarse extrapolable la experiencia de mantenimiento de l?neas celulares. Es muy diferente multiplicar millones de c?lulas, congelarlas, descongelar algunas de ellas al cabo de periodos m?s o menos largos de tiempo y crecerlas de nuevo. Muchas de ellas no sobreviven al proceso, pero basta con que lo haga una para recuperar el cultivo. Por el contrario la descongelaci?n de un embri?n exige para que su reanimaci?n se produzca no s?lo el crecimiento c?lulas sino un crecimiento org?nico y diferencial, como organismo.

Condici?n de vida detenida, car?cter de no implantable y concepto de muerte cl?nica del embri?n preimplantatorio.

1. La situaci?n de estos embriones humanos, de uno o varios d?as de edad, es de vida detenida en el momento de la congelaci?n. De hecho, es habitual, antes de proceder a la transferencia, realizar un cultivo in vitro de los embriones descongelados durante un per?odo de 24 horas para asegurarse que contin?an el desarrollo, es decir tienen que ser reanimados. En el estado crioconservado el embri?n no est? simplemente vivo, sino paralizados todos sus procesos vitales, a la espera de su eventual descongelaci?n y reanimaci?n para que re-inicie su ciclo vital y pueda ser transferido al ?tero de una mujer que le aporte el ambiente imprescindible para su gestaci?n. Es obvio que el hecho de que dichos embriones est?n congelados no les resta su dignidad o integridad como seres humanos. Al contrario, ya que su estatus es aun m?s dependiente que el de un embri?n en proceso de implantaci?n en el seno materno, estos embriones congelados merecen atenci?n y protecci?n especial. Tienen la vida injustamente detenida.

2. Algunos de estos embriones humanos est?n de hecho en una condici?n que podr?amos denominar de ?embri?n humano no implantable?, que hace referencia a aquellos embriones vivos que no pueden ser implantados por ausencia de una mujer que les acogiera para gestarles y darles la oportunidad de recomenzar y continuar su desarrollo. A medida que pasa el tiempo existen mayores posibilidades de ser abandonados por sus padres y menores de ser acogidos por otros. Sin esperanza posible de ser acogidos por una mujer estos embriones humanos crioconservados y no implantables no est?n de hecho simplemente vivos, sino injustamente abandonados a un proceso necesariamente de deterioro irreversible. La crioconservaci?n solamente alarga un tiempo (desconocido cu?nto) el proceso de la vida de un embri?n, de uno o dos o tres d?as, detenida por congelaci?n.

En esa situaci?n de proceso irreversible de muerte, se puede es considerar una medida extraordinaria el mantenimiento indefinido de la crioconservaci?n. El mantenimiento temporal crioconservado no a?ade beneficio a la vida del embri?n. Solamente alarga la fase final de vida, lo que tampoco es justo. Por ello, descongelarles y dejarles morir no es matarles activamente, sino dejar de poner un medio extraordinario que s?lo alarga artificialmente la fase final de la vida en situaci?n irreversible.

Hay una diferencia clara entre la acci?n de destruir un embri?n crioconservado y la de descongelarlo y dejarlo morir. Destruirlo, o matarlo, ser?a tras la descongelaci?n reanimar el embri?n crioconservado, con la vida detenida en su d?a uno o tres de vida, cultiv?ndole de forma que reanude o reinicie su desarrollo y despu?s cuando ha crecido lo suficiente (hasta sus 9-12 d?as) deshacerlo para obtener las c?lulas de su masa celular interna de la que derivar c?lulas madre embrionarias. Dejarlo morir retir?ndoles de las bajas temperaturas es muy diferente tanto respecto al acto mismo material, como a la intenci?n. Una vida detenida por congelaci?n no sigue adelante, no avanza, si no se reactiva tras la mera descongelaci?n por un cultivo en unas condiciones muy exigentes y concretas. Ese cultivo reanimatorio no se debe hacer para los crioconservados no implantables. Si no se les puede dar la oportunidad de ser acogidos en una mujer no tendr?a sentido que se le reanimara para matarle despu?s.

Resta en este sentido la cuesti?n del tiempo de permanencia crioconservados. Obviamente es una cuesti?n prudencial, con pros y contras respecto a la creaci?n y aumento de una insensibilidad ?tica. En mi opini?n, s?lo la posibilidad de alguna forma de donaci?n para ser gestado, justificar?a largos plazos tras unos limites establecidos por ley. No se trata de que ?estorben? en los congeladores, ni de que sea econ?micamente cara la crioconservaci?n, sino que el paso del tiempo permite una acumulaci?n en n?mero elevado, adormece la conciencia de abandono de sus progenitores, aumenta las negligencias en su cuidado una vez que se ha perdido inter?s por ellos para el fin de procreaci?n para el que fueron formados, etc., todo lo cual degrada a?n m?s la percepci?n social del car?cter personal de los embriones en estado preimplantatorio.

3. El concepto de muerte cl?nica del embri?n crioconservado debe ser considerado atentamente. Desde el punto de vista de la biolog?a del embri?n no es obvia la afirmaci?n de que no se distinga entre la muerte del embri?n y la permanencia con vida de algunas de sus c?lulas. El individuo humano de varios d?as est? vivo y existe (aunque su existencia est? detenida en el tiempo por la congelaci?n) o est? muerto. Las c?lulas que componen la masa celular interna dar?n lugar a todos los ?rganos y tejidos siempre y cuando est?n formando parte de la unidad org?nica viva que es esa persona, y s?lo entonces. Si el proceso de desarrollo se ha parado por la congelaci?n requerir? para recomenzar y continuar viviendo que ese embri?n sea descongelado y reanimado.

Si ha muerto sin congelaci?n, o ha muerto despu?s de una crioconservaci?n o porque no se ha reanimado tras la descongelaci?n, es un cad?ver humano. Las c?lulas del embri?n de dos o cuatro c?lulas, o las de la zona interior del embri?n de ocho o m?s c?lulas son s?lo te?ricamente y potencialmente totipotentes. Pero la posibilibidad de producir artificialmente un nuevo embri?n no implica que sean en s? un embri?n. S?lo serian (y por ahora s?lo te?ricamente) capaces de reiniciar un nuevo desarrollo, como gemelo del primer embri?n, en unas condiciones muy concretas de envoltura en zona pel?cida, medios especiales de cultivo, inserci?n en otro blastocisto para dar una quimera, etc. En tales casos no se habr?a destruido un embri?n vivo para tomar sus c?lulas sino que se habr?a producido artificialmente un gemelo, o una quimera, a partir del material biol?gico del embri?n cad?ver donante. Ha habido un proceso de producci?n in vitro un nuevo embri?n por gemelaci?n artificial o por fusi?n.

No hay ambig?edad biol?gica en la individualidad de un embri?n preimplantatorio. Se ha demostrado sin lugar a dudas la organizaci?n del embri?n desde el d?a uno de su existencia como unidad vital. La misma argumentaci?n que lleva a negar la realidad ?muerte del embri?n? por poder mantener artificialmente alguna de sus c?lulas con capacidad de dar lugar a un nuevo ser, lleva a negar su car?cter de individuo desde la concepci?n. En cada una de las etapas iniciales de la existencia, cada embri?n requiere un medio y unas interacciones espec?ficas muy precisas para desarrollarse en un proceso de desarrollo embrionario que es continuo. Sin esas condiciones imprescindibles el embri?n muere, al pararse las funciones vitales que entonces posee: crecimiento y diferenciaci?n celular en torno a unos ejes precisos dorso-ventral y antero-posterior. Esa funci?n vital de crecimiento diferencial organizado, en el espacio corporal y en el tiempo, tuvo su arranque en la activaci?n mutua de los gametos en la fecundaci?n que origin? el cigoto. Detenida la vida por congelaci?n cesa de inmediato la funci?n vital que esta detenida si tras la descongelaci?n no tiene las condiciones requeridas para reiniciar y posteriormente continuar el proceso vital de desarrollo. No hay en la vida embrionaria un sistema nervioso central que coordine y mantenga la unidad vital como ocurre en el feto o en el nacido. Pero de forma an?loga a como la detecci?n de actividad cerebral permite constatar si ha acaecido ya, o no, la muerte del individuo, la imposibilidad f?ctica de reanudar el proceso de desarrollo org?nico, es, en mi opini?n, indicativo de que la muerte del embri?n ha acaecido.

Destino de los embriones e investigaci?n biom?dica.

La autorizaci?n de la investigaci?n con embriones humanos debe restringirse a los ya cl?nicamente y naturalmente muertos. Todo ser humano tiene un valor absoluto y no puede ser usado como medio para ning?n fin por muy noble que ?ste sea, o por muy deteriorada que est? la vida de ?ste. Los mismos principios ?ticos que gu?an la investigaci?n en humanos han de aplicarse a los embriones humanos cualquiera que sea su situaci?n.

La ley establece que, tanto los embriones muertos, como los no viables, podr?n ser utilizados con fines de investigaci?n. No as? los embriones humanos viables, que s?lo podr?an ser objeto de implantaci?n. El problema ?tico y jur?dico se plantea con el destino de los embriones humanos vivos sobrantes de la pr?ctica de la FIV y crioconservados. La legislaci?n actual no permite su uso para investigaci?n, ni contempla la posibilidad de su destrucci?n. La ?nica salida prevista es la de su implantaci?n, y sin embargo, es previsible que no haya parejas que los quieran acoger, o no haya al menos suficientes para acoger a todos. Ante el dilema de cual deber?a ser el destino de los embriones humanos vivos que llevan crioconservados m?s de cinco a?os, y que no van a ser implantados por parte de la progenitora, han surgido propuestas claras.

En primer lugar es imprescindible mantener la protecci?n del embri?n humano que actualmente subyace bajo la legislaci?n nacional. Cualquier soluci?n del dilema debe intentar mantener el esp?ritu de protecci?n del embri?n humano. En este sentido, se deber?a remarcar la prohibici?n recogida en nuestra legislaci?n actual y en el Convenio de Oviedo, de cualquier pr?ctica que suponga la instrumentalizaci?n del embri?n humano y la creaci?n expresa de embriones humanos con fines de investigaci?n. Debe cambiar la Ley de Reproducci?n Asistida para restringir al m?ximo la pr?ctica de la congelaci?n de embriones; el informe del Comit? de ?tica recomienda no producir embriones humanos para la investigaci?n y que no sobren ni de crioconserven.

Cuando existe la posibilidad de utilizar la congelaci?n de ovocitos para asegurar la fertilidad en per?odos futuros, y cuando existe la capacidad t?cnica de reducir el n?mero de embriones por pareja sin reducir la eficacia de las t?cnicas, la acumulaci?n de embriones congelados es una pr?ctica dif?cilmente justificable, ni desde el punto de vista cient?fico ni ?tico. La reducci?n del n?mero ha sido objeto de repetidas recomendaciones por parte de la Comisi?n Nacional de Reproducci?n Asistida. El mantenimiento de una falta de control sobre esta pr?ctica resta rigor y la aleja de una buena pr?ctica m?dica; y a su vez incita al mantenimiento de la presi?n cient?fica, comercial y medi?tica en torno al uso de los embriones sobrantes en el futuro.

El problema de su destino debe ser considerado un caso excepcional a resolver s?lo con la seguridad de que se cierra legalmente la puerta al almacenamiento de m?s embriones sobrantes y de que siga cerrada por ley la posibilidad de investigar con embriones viables de forma destructiva para el embri?n. No se puede hablar soluci?n al problema de los embriones congelados hasta que no se impida la repetici?n del problema (modificando la Ley de Reproducci?n Asistida): la existencia de embriones sobrantes de los que no se responsabilizan las parejas progenitoras.

El informe del Comit? de ?tica considera deseable que se promueva la donaci?n de los embriones crioconservados en la actualidad a las parejas que los precisen con fines de reproducci?n. Los embriones sobrantes fueron producidos para paliar infecundidad y tienen derecho a que los geste la madre biol?gica, o una madre adoptiva. En l?nea similar, se propone donarlos para una adopci?n prenatal, de forma que todos tengan una oportunidad de continuar el desarrollo vital. Ahora bien, para muchos, la posibilidad f?ctica de una adopci?n prenatal masiva es escasa y las cl?nicas de fecundaci?n asistida practican la donaci?n a otras parejas que est?n en esas listas y sin embargo sigue creciendo el n?mero de los embriones sobrantes.

?Qu? hacer con esos embriones irremediablemente sobrantes?

En el debate actual hay una enorme presi?n en la l?nea de considerar autom?ticamente como ?no viable? a cualquier embri?n humano que llevara cinco a?os congelados y no tuviera una mujer que quisiera recibirlo. La presi?n se ejerce con la falacia de que las c?lulas madre embrionarias presentes en el embri?n en estado de blastocisto son necesarias para curar graves enfermedades degenerativas. Desde esa perspectiva se reitera la petici?n de autorizaci?n.

En este sentido, la opini?n mayoritaria de la Comisi?n Nacional de Reproducci?n Asistida (con varios votos personales en contra) que qued? recogida en su segundo informe (2000), fue la de que se permitiera utilizar con fines de investigaci?n los embriones humanos que llevar?n congelados m?s de cinco a?os. Y el Comit? de Etica ha recomendado los cambios en la legislaci?n espa?ola que permitan ?establecer un marco jur?dico adecuado a la investigaci?n con c?lulas troncales procedentes de embriones humanos sobrantes?. Se recomienda autorizar su uso con fines de investigaci?n, siempre dentro de unos criterios de estricto control y dirigidas a investigaciones de car?cter m?dico y que no puedan ser desarrolladas por otras t?cnicas y dejando descartado quien buscara un mero negocio biotecnol?gico.

Se trata ahora de dirimir sobre la conveniencia de prohibir el uso del material embrionario o aceptar la donaci?n para investigaci?n de las c?lulas procedentes de los embriones muertos. La primera opci?n supondr?a descongelar todos los embriones humanos, dejarles morir y enterrar (o incinerar) sus restos sin autorizar el uso con fines de investigaci?n para evitar as? una investigaci?n consumidora de embriones, e incluso la tentaci?n posterior de consumir embriones con diversos fines. Efectivamente, permitir una investigaci?n, por regulada que estuviera, corre el riesgo de las pendientes resbaladizas: lo que ahora es una soluci?n a un caso excepcional y que no debe repetirse, puede convertirse en repetible y normal.

Por otra parte es obvio que aunque algunos consideren de importancia las investigaciones con c?lulas madre embrionarias para conocer causas y posibles remedios para enfermedades graves y duras, esa ?gran importancia? es muy relativa. En biomedicina todo conocimiento suele ser valioso para la salud. Pero no son las c?lulas embrionarias humanas, derivadas de embriones humanos vivos, el ?nico punto de partida para lograr tales conocimientos.

As? como el valor de un ser humano incipiente no es ponderable respecto a ning?n otro valor y no puede ser usado s?lo como instrumento, la donaci?n de sus c?lulas una vez acabada su vida de forma natural es, en mi opini?n, una opci?n v?lida. Obviamente tal donaci?n por parte de sus progenitores debe cumplir los mismos requisitos de la donaci?n de ?rganos de cad?veres. Y su uso en investigaci?n perfectamente regulado[16].

Investigaci?n regulada y embriones tutelados

La regulaci?n del tipo y finalidad de la investigaci?n que pudiera llevarse a cabo con las c?lulas de los embriones no implantables tras su descongelaci?n, exige como requisito previo el catalogo preciso de los embriones crioconservados; conocer su procedencia y decisi?n de sus progenitores respecto al destino, situaci?n en que fueron congelados y protocolo de la misma, incidencias durante el periodo de crioconservaci?n, etc.

Este conocimiento es imprescindible para evaluar un aspecto importante desde el punto de vista de la ?tica de la investigaci?n cient?fica: la correspondencia necesaria entre el conocimiento que se busca y la cualidad del material de partida. En t?rminos generales se puede afirmar que las c?lulas de un embri?n congelado en las primeras etapas del desarrollo (2, 8, 16 c?lulas) pueden ser ?tiles para una investigaci?n b?sica acerca de la fecundaci?n y primeras etapas del desarrollo. El cultivo de los blast?meros extra?dos del embri?n de 16 o 32 c?lulas podr?an tal vez diferenciarse y organizarse, como las c?lulas madre embrionarias de la masa celular interna, a ?cuerpos embrioides? y llegar a dar l?neas celulares embrionarias. Si el embri?n fue congelado en etapas m?s avanzadas de desarrollo como blastocisto incipiente, se podr? disponer directamente de las c?lulas madre embrionarias para investigaci?n. Por otra parte no se puede olvidar el hecho de que estas c?lulas proceden de embriones sobrantes que fueron producidos a partir de los gametos de progenitores con problemas de esterilidad. La influencia de las posibles anomal?as de tales gametos en la dotaci?n gen?tica o en el desarrollo del embri?n pueden enmascarar los resultados, por lo que una investigaci?n rigurosa requerir?a una revalidaci?n de los resultados.

Se considera la utilidad de las c?lulas madre humanas para conocer el desarrollo y comprender los mecanismos b?sicos de la diferenciaci?n y proliferaci?n. Es interesante destacar que tanto en enfermedades degenerativas como en c?ncer se da un descontrol de los procesos de proliferaci?n-difenciaci?n- muerte celular programada, ?ntimamente relacionados. Estos conocimientos son de gran importancia en la biomedicina; ahora bien una buena parte de los datos se tienen o pueden tenerse desde la investigaci?n con animales de laboratorio. Y no se debe ignorar ni olvidar que existen c?lulas madre en todos los tejidos del organismo, con diferente estado de equilibrio entre proliferaci?n y diferenciaci?n, con diferente inmadurez y capacidad de crecer y de una gran plasticidad para convertirse en los diferentes tipos celulares del organismo y para revertir hacia c?lulas menos maduras, e incluso fusionarse con otras. Por tanto, es obvio que la mayor parte de aquella investigaci?n, biom?dica que exigiera c?lulas madre humanas, se llevar?a a cabo de hecho con las c?lulas madre de reserva del organismo adulto. Las limitaciones de la obtenci?n de c?lulas madre embrionarias humanas ni paran, ni enllentecen la investigaci?n biom?dica.

Se han sugerido tres ?reas de investigaci?n aplicada en las que tras la experimentaci?n animal podr?a ser de inter?s disponer de c?lulas madre embrionarias humanas:

a) Para el desarrollo de nuevas terapias basadas en c?lulas madre. En los ?ltimos dos o tres a?os ha quedado de manifiesto que una terapia regenerativa racional tender? siempre a aportar al organismo lo que ?ste requiera para potenciar sus propias capacidades regenerativas. Y en el caso de requerir transferencia o implantaci?n de c?lulas diferenciadas, para suplir a las destruidas por la enfermedad, estas deben ser derivadas de las de adulto. Las terapias basadas en el uso de las c?lulas madre embrionarias no se ven posibles ni convenientes desde el punto de vista cl?nico, por sus caracter?sticas propias; la potencialidad cl?nica de las c?lulas madre de adulto y su disponibilidad ha desplazado a las c?lulas madre embrionarias. Por tanto, una pol?tica cient?fica sin prejuicios ideol?gicos, ni presiones econ?micas, deber?a fomentar las terapias basadas en la autoregeneraci?n basada en las c?lulas madre del organismo adulto.

b) Para generar l?neas celulares humanas que puedan ser usadas en el desarrollo a nivel precl?nico de nuevos f?rmacos y es estudios de toxicolog?a.

c) Para usarlas como veh?culos en terapia gen?tica.

A partir de las c?lulas madre del organismo adulto se han obtenido ya l?neas celulares que pueden ser usadas como las embrionarias en estos estudios farmacologicos, toxicol?gicos y de terapia gen?tica.

En resumen, en el momento presente se desconoce si existe alguna investigaci?n biom?dica que requiera el uso de las c?lulas madre embrionarias humanas. Es posible que exista alguna. En tal caso ser?a prudente y racional acudir a alg?n sistema que como la partenog?nesis permita lograr c?lulas del tipo de la masa interna del blastocisto sin generar un verdadero embri?n. No tiene sentido la creaci?n de una biot?cnolog?a que parta y se desarrolle en torno al embri?n humano, si de veras se est? decidido a no poner en marcha la llamada ciencia m?dica productora y consumidora de embriones.

El problema del destino de los embriones sobrante no tiene ninguna soluci?n buena. La legislaci?n no debe tolerar que se siga produciendo. Conseguir un marco jur?dico en que se pueda aplicar las soluciones menos malas para esos embriones crioconservados, llevar? un tiempo. Requerir? mucha prudencia y sensibilidad por la vida. Y necesitar?, pienso, que alguien vele decididamente porque no se destruya el bien preciado de esas vidas injustamente detenidas en el fr?o. El conocimiento que hoy tenemos de los primeros pasos de la vida tras la concepci?n nos marcan claramente el camino para respetar la vida de todo embri?n vivo, por muy crioconservado y abandonado que est?, como corresponde al valor absoluto de todo ser humano. Y al mismo tiempo no negar las c?lulas ?servibles? para aquella investigaci?n biom?dica, indudablemente valiosa, que no pueda hacerse de otra forma. Es un reto cient?fico, no pol?tico, empe?arnos en una investigaci?n biom?dica sin pactar c?modamente con una investigaci?n destructora de embriones humanos. Tal vez, en el futuro pr?ximo, no baste con un simple Comit? de evaluar los proyectos y que vele para que se lleven por buen camino las recomendaciones, sino que necesitemos una figura con capacidad f?ctica de tutelar esos miembros de la familia humana tan duramente tratados en esta sociedad nuestra.


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[16] Comparto las opiniones que el Presidente del Comit?, el profesor Cesar Nombela, expres? en la presentaci?n del documento (cfr. ABC 7 de marzo de 2003). La ?nica opci?n para los embriones que realmente no son implantables es dejar que mueran dignamente. Pienso que no parece que exista m?s ?necesidad? de destruirlos que el que dejen de ?estorbar? en los congeladores en los que ocupan un sitio. El Comit? estima que ?s?lo cuando la alternativa sea la destrucci?n ser?a aceptable utilizar sus c?lulas vivas, para investigaciones que pueden dar respuesta a diversas preguntas fundamentales para el avance de la ciencia m?dica?. Esta consideraci?n viene motivada por la convicci?n, exigente con los derechos del embri?n, de que la conservaci?n indefinida de aquellos no implantables, sin salida posible, ser?a mantenerlos con vida por procedimientos extraordinarios. Cuando han dejado de vivir, de forma paralela a como se donan los ?rganos de un cad?ver, pueden donarse para investigaci?n. Esta afirmaci?n no se encuentra de manera expl?cita en las recomendaciones del Comit? consensuadas entre sus componentes. Y si se quiere afirmar que lo est? de manera impl?cita muy posiblemente habr?a que forzar el texto


ImagenAdopci?n espiritual

Publicado por Galsuinda @ 14:23
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